En el texto de la otredad de Amalia Susana Creus se tratan una serie de puntos que nos resultan muy interesantes para reflexionar y a los que poder aportar nuestro punto de vista o incluso nuestras propias vivencias.
Parece que ser emigrantes siempre está mejor visto que ser inmigrante.
¿Porque decimos que en España tenemos una fuga de cerebros a países europeos super desarrollados y nos quejamos de la inmigración que viene a nuestro país? Cuando uno de nosotros termina la carrera y decide probar suerte en países como Alemania, que tantos ingenieros demanda, somos casi héroes y nos sentimos orgullosos, pero, ¿Qué pasa con la gente que viene en busca de nuevas y mejores oportunidades a nuestro país? ¿Les tratamos como deberíamos, o aprovechamos que no tienen nada mejor y los explotamos?
Todos nos hemos fantaseado con dejarlo todo y buscarnos una vida diferente en otro país, pero aquí está lo que creemos que es la clave del asunto. Hay migraciones y migraciones. Unos buscan mejorar y otros sobrevivir. Recientemente hemos vivido la migración masiva de personas que escapaban de una sangrienta guerra en oriente medio y constantemente llegan a las costas del sur de Europa gente que proviene de África buscando poder siquiera comer.
Uno de los integrantes de este equipo de trabajo creado para la asignatura ha podido comprobar en qué condiciones vienen a Europa lo que llamamos refugiados, realizando labores de voluntariado en un campamento de refugiados en Grecia durante un mes.
Es sorprendente que, en este tipo de actuaciones, España es uno de los primeros países representados en este tipo de campamentos, donde más de un 60% de los voluntarios eran de nuestro país, a pesar de estar asentados en Grecia.
El campamento se encuentra en Ritsona, en una base militar griega que cedió parte del terreno para poder realizar el asentamiento. La peculiaridad de este campamento es que es el único en toda Grecia donde la entrada y la salida era libre, estando claro que tras el abandono del campamento se perdía la condición de refugiado.
En este campamento de refugiados de Ritsona daba asilo a más de 800 personas, de los cuales más de la mitad eran niños y todos ellos vivían en tiendas de campaña, en un principio de lona y posteriormente improvisadas.
“La organización para la que trabajé se llama Café Rits, y se encarga de suministrar lotes de comida para todos los residentes del campamento durante 3 días a la semana y que ellos mismos puedan cocinar para su familia. El resto de días se organizaban auténticos banquetes para poder alimentar a esta cantidad de gente. Siempre era comida al estilo árabe, ya que la gran mayoría de los residentes eran musulmanes y tienen sus propias costumbres, además tuvimos la suerte de que uno de los residentes del campamento fue Chef Jefe en el restaurante más grande del mundo, que se encuentra en Aleppo.
Talal, que así se llama el Chef, coordinaba el equipo de cocina y planificaba los menús, por otro lado Caroline, fundadora de Café Rits, coordinaba la financiación y compras, los voluntarios de tan peculiar ONG hacíamos prácticamente de todo: Cocinar, preparar los lotes de comida y distribuirlos, realizar las compras de todos los productos alimentarios, organizábamos bailes, fiestas o cualquier cosa que se nos pudiese ocurrir para sacar una sonrisa a toda esta gente que aun habiendo perdido tanto, sonreían con muy poco.
Además, estas condiciones tan extremas en la que nos encontrábamos hacían que los lazos de amistad se estrecharan en muy poco tiempo y que a día de hoy sigan durando ya que todo se vivía con muchísima intensidad”
Creemos que cuando la inmigración proviene de situaciones como esta o similares debe tratarse con un poco más de tacto, ya que una experiencia tan cercana como esta te hace ver las situaciones que viven las personas y a las que somos prácticamente ajenos.
Desde luego que lo fácil es criticar desde la comodidad cotidiana en la que vivimos, por lo que proponemos y animamos a que cualquier persona que quiera opinar sobre un tema tan delicado como es la inmigración, se sumerja en una experiencia tan enriquecedora como esta.
Y con esta entrada dejamos más que claro de qué lado estamos posicionados y como somos de críticos con respecto a este tema.
Solo cabe esperar que no tengamos que pasar por una situación ni similar ya siquiera sin entrar en las condiciones en las que vinieron a Europa o en la que se encontraban allí o toda la gente que se ha quedado por el camino.
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