REFLEXIÓN GRUPAL
"En tiempos de guerra, cualquier reflexión es trinchera"
Está más que claro que la situación que estamos viviendo, ninguno de los participantes de este blog, ni siquiera incluso las autoridades que nos dirigen, podíamos imaginar. Y es que si observamos a la sociedad, ( desde nuestras casas, por supuesto ), vemos que prácticamente en todos los ámbitos a los que ha afectado esta pandemia mundial se le puede sacar dos visiones.
A nivel ecológico, por un lado vemos cómo baja casi milagrosamente la contaminación de el ambiente y por consiguiente, de la atmósfera, donde en ciudades como Madrid o Barcelona se ha reducido el Co2 hasta en un 70%. O cómo por la ausencia de humanos, en algunas poblaciones se pueden ver animales completamente salvajes “campando a sus anchas” o en busca de comida.
Por otro lado, sorprende ver como en los aparcamientos de hospitales y supermercados se convierten en vertederos de guantes protectores o mascarillas desechables, lo que sugiere que seguimos sin concienciarnos del todo de un problema que claramente nos está afectando desde hace bastante mas tiempo que el COVID-19.
También está cambiando la forma de comunicar, ya que parece que todas las cadenas son regidas por la misma persona y donde cada día nos abruman más con datos y datos.
Esta claro que necesitamos saber como avanza la situación, cuantos infectados hay o incluso la cifra de cuanta gente ha fallecido, pero abrumándonos con tanta información probablemente lo que consigan es, que por lo menos a la gente de nuestra generación o posterior pierda el interés por la información y decidan aislarse consumiendo series o películas de alguna plataforma virtual.
Aunque también es de agradecer que haya tanta gente expuesta a la infección solamente para mantener informada a la población y no empeorar la situación con más incertidumbre aún.
En cuanto a lo político se refiere hay división de opiniones y creemos que refleja de algún modo como se puede sentir la ciudadanía. La gran pregunta que se plantea es: ¿Podía haberse evitado o reducido la infección?
Es cierto que se podía haber instaurado el estado de alarma antes de lo que se hizo, ya que empezaron a aparecer los primeros contagios en nuestro país algo después de en que países como Italia o China decidieran cerrar fronteras.
Queremos creer que no éramos plenamente conscientes de la gravedad de esta pandemia y mucho menos de la cantidad de víctimas mortales que aun a día de hoy se está cobrando. Por este mismo motivo se ha debido colapsar la sanidad en muchas localidades y aunque hubo recortes severos en cuanto a sanidad se refiere, se podía haber hecho un acopio importante de materiales necesarios que ahora mismo escasean.
La labor de la sociedad en general y la solidaridad que que está demostrando con tantísimos sanitarios, cuerpos de seguridad, transportistas, voluntarios o profesionales que se están movilizando por una misma causa, nos obliga a reflexionar sobre que sigue habiendo humanidad y que la sociedad no estaba perdida del todo, solamente estábamos dormidos o cegados.
Solo cabe esperar que esta solidaridad que estamos demostrando tener dure muchos mas años y nos haga de una vez por todas valorar quienes somos y lo privilegiados que podemos llegar a ser con respecto a otra mucha gente.
Por otra parte vemos como el modelo cultural que veníamos consumiendo se transforma y evoluciona cuestión de días para hacerse más consumible y accesible a todos.
Parece que ha explotado una revolución tecnológica adaptada a las circunstancias en las que nos encontramos, donde los museos se ven desde casa, disfrutamos de un concierto casi en privado en la palma de nuestra mano, acudimos a un espectáculo del circo sentados en el sofá o las bibliotecas ahora son gigantescos almacenes de libros electrónicos que nos descargamos en minutos.
Aunque la sociedad en general se acostumbre a la comodidad, creemos que esta necesidad imperiosa de salir a la calle, devolverá en gran medida a la normalidad la forma en la que veníamos consumiendo toda esta cultura.
Nos preguntamos como puede afectar todo esto a la publicidad, y estamos convencidos de que en estos días de confinamiento habrán sido muchas las marcas que hayan aprovechado para emitir sus anuncios en televisión o plataformas digitales, pero también se han adaptado las marcas e incluso en muchos casos su forma de publicitar es por medio de donaciones de material que posteriormente es publicado a modo de noticia, dando una imagen comprometida y solidara, acción que no criticamos.
Intentando adelantarnos a la situación que nos espera, creemos que ahora mas que nunca se va a dar importancia al consumo de experiencias y no tanto de lo material, de momentos con amigos o en familia, que nos tomaremos nuestro tiempo para decidir y que no volveremos el frenetismo del que venimos, que valoraremos el tiempo que compartan con nosotros y que nos preocuparemos más por vivir.
REFLEXIONES PARTICULARES
No olvidemos de dónde venimos - Álvaro Muñoz Jiménez
Desde mi punto de vista, pienso que la crisis del
coronavirus, se convertirá como la crisis que más recordaremos la generación de los millennials.
En estos días hablando con mi abuela materna, ella, que
vivió con temprana edad la guerra civil me cuenta que estas medidas de protección le parecen muy
extrañas, le intento explicar que tal vez sí que diría que se trata de unas
medidas de protección extrañas si las compara con la época en la que ella vivió
tal acontecimiento.
Le intento convencer de que la medida principal y más
importante es la de no salir de casa si no es por un bien superior, como ir en
busca de alimentos, de ir a por medicinas o ir como última opción si no te
queda más remedio de ir al hospital, y que cumpliéndolas seguro son las que nos benefician a todos.
Me pregunto si a este acontecimiento se podría haber enfrentado
mejor, aunque mi pensamiento se inclina más por la preocupación, por el
malestar relacionado con todo el sistema de gestión del Gobierno, y el fallo
más garrafal que nos han podido cometer que es el ocultamiento de información y
del problema tan serio y tan real al que nos tocaría enfrentarnos a la sociedad.
Desde luego, no ocupo un cargo importante en una institución
de este país como es ser médico, político u otro cargo de ese rango, solamente
puedo juzgar quizás un poco la situación de nuestro país, y me baso en la
comparación con otros países de Europa, como Dinamarca, países que sí han
tomado medidas más estrictas desde un primer momento, como cerrando fronteras, así evitando la expansión
del virus y sus consecuencias, la muerte de personas por falta de material
sanitario y la gran crisis económica que se avecina según los expertos.
Siento mucha tristeza escribiendo acerca de esta entrada
o más bien impotencia, sobre todo por las personas mayores como mi abuela, un
target de edad por el que siento un gran afecto y respeto, porque me parece tan
injusto, pero tantísimo, que la gran mayoría de ellos hayan sobrevivido a
tanto, como es a la guerra, que han tenido un papel muy importante como el de
levantar un país con tantas dificultades, con un peso tan grande sobre sus hombros
y ahora que por fin tienen la oportunidad de vivir una época más tranquila gracias
a su jubilación, no se les atiendan, cuiden o lo que es peor aún que se esté
haciendo como una selección de pacientes en los hospitales debido a que no existe
material sanitario para todos, me parece una auténtica deshonra para todas las
personas que formamos este país.
Siendo sincero, no me ha estado afectado de una forma muy
directa, ni moralmente por ahora todo este tema acerca del coronavirus y lo que
conlleva estar en cuarentena porque he tenido la suerte de que por ahora mi
familia y mis amigos están bien, y además puedo hacer en casa todo lo
relacionado con la facultad sin falta.
No obstante el sentimiento de vulnerabilidad apareció en mi cuando
me tocó ver a una señora mayor de Leganés, grabándose así misma con un teléfono
móvil en el que no sabía ni enfocarse la cara, un vídeo para publicarlo en las
redes sociales con el fin de denunciar la situación que estaba viviendo junto a
su marido en el hospital, su marido siendo uno más que por desgracia ha caído enfermo con el
coronavirus no es atendido correctamente porque no quedan camas ni
respiradores, pero eso no es lo peor de la situación, lo peor es que encima al quedarse
una cama vacía se la dieron a otro hombre de 44 años, antes que a su marido de
65, que llevaba incluso más tiempo esperando en el hospital a una cama vacía, el
mismo día de tal publicación, su marido falleció de madrugada.
Con todo esto no pienso que el otro hombre no se mereciese
la cama correspondida, pero tampoco ni el marido de esta señora, ni ninguna
persona mayor, que se haga una selección para decidir quién salvar y a quien
no, sé que es una decisión muy difícil pero no me parece justo como ya he dicho
antes que se abandone a las personas mayores, como lo están haciendo por
desgracia.
Vuelvo a insistir para terminar, que, en esta serie
de sucesos basados a día de hoy, creo se podrían haber tomado medidas más serias
para haber prevenido.
El unico enemigo de la humanidad - Iván Blaya Giménez
La historia de la humanidad ha estado marcada por diferentes pandemias, como pueden ser la Peste de Atenas, la Peste Negra, el cólera, el tifus, la Gripe española, la malaria o el sida. La mayoría de ellas se produjeron en situaciones en las condiciones sanitarias y de salubridad eran prácticamente inexistentes. Pero actualmente, en pleno siglo XXI, la época de mayor revolución tecnológica-científica y cuando la humanidad se creía los “reyes del mambo”, aparece un nuevo brote mutado de coronavirus, denominado como COVID19; que pilla a la comunidad científica desprevenida afectando a la población de potencias como China, Italia, España, Alemania o EE.UU y sumiendo a estos países en una crisis como si de una guerra se tratase.
El origen de este virus, y con él la crisis mundial que ha desatado, se ha relacionado con diversas teorías. Unos apuntan a que este virus tiene un origen zoonótico, siendo el consumo como alimento de animales exóticos como el murciélago o el pangolín, lo que ha posibilitado la transmisión de animales a humanos. Otros afirman que ha sido creado en un laboratorio como un arma química y obedeciendo a interés económicos de ciertas elites. Incluso hay quienes defienden que este virus es una forma de vida extraterrestre que llegó a la Tierra en un meteorito que callo en China en octubre del año pasado o que son las radiaciones de la nueva red de telecomunicaciones 5G la que ha provocado este virus.
Hemos visto como esta pandemia ha paralizado países enteros, decretándose un estado de alarma y un confinamiento absoluto; y como durante este bloqueo se ha colapsado la capacidad productiva y con ello la economía de los países afectados, pero la contaminación ha bajado de manera notable. En un momento en el que el cambio climático ha llegado a niveles irreversibles y preocupantes, mi teoría es que este virus tiene un origen natural. Siendo este un recurso del universo para devolver el equilibrio a la vida y a las condiciones del planeta cuando estas se han vistas alteradas.
Este virus a tenido un gran índice de contagio, dejando tras de sí una gran cantidad de muertes entre los sectores más ancianos y vulnerables de la población; y esta circunstancia ha ocupado todas las portadas y los focos de información. No digo que no sea correcto, pero mi indignación viene porque el hambre mata al día alrededor de 8.500 personas y difícilmente se encuentra una mención a ellos en medios de información. Esto es simplemente porque esta pandemia está afectando a países desarrollados, poniendo en riesgo a sectores ricos de la población; mientras que el hambre afecta a personas en situaciones de pobreza de países subdesarrollados.
A pesar de que este virus dejará mermada la población de los países afectados y que provocará consecuencias económicas, pero estos al ser países desarrollados con unos sistemas sanitarios de garantías y recursos económicos abundantes conseguirán superar esta crisis y los efectos derivados de ella. Lo verdaderamente preocupante es que este virus pueda alcanzar zonas subdesarrolladas y con menos recursos como pueden ser América latina, Oriente o África, ya que las consecuencias que podría provocar esta pandemia serían desastrosas.
En cuanto a las críticas que están recibiendo los dirigentes de los países afectados, creo que estas son infundadas, ya que esta situación ha pillado desprevenida y por ello poco preparada a toda la comunidad internacional; de ahí la falta de recursos y colapso que se ha vivido en algunos de ellos como España. Es necesario que al margen de ideologías, todos los organismos de gestión pública, así como la sociedad en general lleguen a una situación de apoyo y cooperación mutua para poder minimizar los efectos de este virus y conseguir erradicarlo.
Una pausa histórica que detiene el Mundo por completo, el Coronavirus - Raúl Portero Lozano
Ya lo avisaba China hace cuatro meses que la epidemia que sufría en el núcleo de Wuham era muy peligrosa y que tardarían en tomar el control de la enfermedad. Yo lo veía tranquilo en casa, los telediarios apenas informaban sobre ello, esporádicas noticias una vez por semana si llegaba que informaba sobre la insostenible situación en la zona.
Jamás pensé que ese virus llegaría desde 9.874,23 kilómetros a la puerta de mi casa en el barrio universitario de Segovia. Era impensable. Me ponía a recordar casos de enfermedades originadas en otros países e incluso bastante menos desarrollados que China y decía: "pero si en el caso del Ébola, sólo hubo dos infectados un humano y un perro, además el humano se recuperó". Esas reflexiones me hacían estar bien y pensar que era prácticamente imposible que esta nueva enfermedad llegara a España, ni siquiera a Europa.
Pues llegó, y vaya si llegó. Hoy cumplo mi día 19 de confinamiento en mi piso compartido en Segovia y se esperan al menos otros tantos, sino son otros 19 más. En estos días me ha dado tiempo hacer de todo, recuperar viejos proyectos, poner al día la agenda estudiantil... de todo.
Entre ese "todo" me ha dado por informarme acerca del COVID-19, para empezar puntualicemos su nombre: exactamente es SARS COV 2, ese es el nombre técnico que se usa dentro de la comunidad científica y que tan temido es entre los profesionales e investigadores.
Pues bien, rastreando por internet encontré en una pagina, todo hay que decirlo de conspiración mundial, lo que dicen que puede ser la patente de este virus. La verdad que el nombre es el mismo, ciertos periódicos han tratado de decir lo contrario pero ninguno habla de pruebas evidentes de que se trate de otro virus. Aún así a mi me parece ya sospechoso y de especial relevancia que dos de las principales potencias mundiales que son China y EE.UU compartan una patente para un virus. El caso, que la numeración era esta: US7220852B1. Yo entré en Google Patents y efectivamente se trata de un virus con patente, deduzco que si es con patente es porque alguien lo ha creado, sino sería un descubrimiento no una invención. El virus tenía por nombre SARS - COV 2, la misma nomenclatura que el Coronavirus.
Para entender del todo por que se llama de esta manera, el prefijo de SARS la comunidad científica se lo pone a las tipologias de enfermedades relacionadas con una neumonía, concretamente con un agente del síndrome respiratorio severo agudo, en inglés agent of severe acute respiratory syndrome (SARS).
No suelo ser cospiranoico ni mucho menos, pero todo el mundo sabe que las Torres Gemelas las tiraron gente con traje y honores, y el hecho de que en estos momentos EE.UU y China estén peleando por ver quien saca antes al mercado la vacuna contra el Coronavirus es muy pero que muy sospechoso, vuelvo a indicar.
La verdad que me produce una inmensa pena, porque mientras dos potencias se reparten los mercados, ahora incluso puede ser que los virus también y por decirlo de alguna manera "el botín", otros países alejados a estas superpotencias y que quieren desempeñar una función de humildad y de respeto a sus habitantes, estén sufriendo las consecuencias del Coronavirus. La eterna guerra comercial y no tan comercial entre el comunismo, que se basa del capitalismo y la explotación para vivir, y los siempre gloriosos Estados Unidos de América, los salvadores del mundo (ironía).
Ese ejemplo es mi país, España, que toda la sociedad está viendo como sus negocios se caen, las personas se contagian y los enfermos mueren sólos y sin apenas medios. ¿La acción del gobierno?
mejor no la comento aquí, da para otra entrada más. Pero lo que si digo y con esto acabo, es que hay veces que la realidad supera a la ficción y quizás mis párrafos no vayan muy desencaminados de la realidad.
Objetividad para poder paliar - Rafael Montojo Sánchez
Personalmente me sugiere que debemos replantearnos muchas cosas y ser objetivos.
Está claro que una situación así le viene grande a cualquiera y no podemos culpar de la pandemia a ningún gobierno, por lo menos aún, además, no creo que cambie la situación ni nos devuelva a los cientos de miles de muertos saber quien es responsable de esta pandemia.
Lo que sí que creo es que podíamos habernos adelantado al colapso que sufrimos ahora mismo con un acopio de material sanitario mucho antes de lo que lo hicimos o también haber mejorado la gestión en general del país.
No creo que seamos, ni más, ni menos que nadie. Entonces, ¿Por qué se esta viendo tanta diferencia entre las gestiones de los países?, ¿Acaso había países que tuvieran conciencia de esta situación?, o ¿Es que simplemente han sido más estrictos con las restricciones?.
Me gustaría pensar que el COVID-19 no es fruto de un experimento fallido y que fuese creado con un fin malicioso, y mucho menos me gustaría pensar que fuese un experimento exitoso y que efectivamente fue creado con el fin de matar.
Aunque estas ideas no dejen de rondar mi cabeza, está claro que me quedo con la parte más positiva de esta película de ciencia ficción que estamos viviendo, y me quedo con la solidaridad incansable de la población española, de su humor, de su capacidad de adaptación y de su formación, que a pesar de no parecerlo, hay gente muy preparada que a día de hoy está, literalmente salvando vidas gracias a su dedicación.
Además confío plenamente en que después de que salgan los créditos finales de esta película y se enciendan las luces del cine, volvamos no donde estábamos, mucho más arriba, y que sigamos trabajando como estamos haciendo para mejorar esa sociedad que empezaba ya a apestar un poco.
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