Hace ya tiempo que el cine de autor ha quedado en un segundo plano y las producciones audiovisuales vinculadas con el séptimo arte son meras representaciones de lo que en publicidad se conoce con el nombre de "prosumer", crear el contenido que la gente demanda. Es una técnica sencilla, no hay que estrujar mucho la cabeza, la creación pura de un guionista o la redacción de una trama creada para mostrar una necesidad de su autor, el arte hecho cine.
Pero el filme que analizamos en este blog, no lo podemos vincular a este tipo de producciones, La vida de Brian que vio la luz en 1979 ofrece una visión de sus autores, que a la vez son guionistas y actores de la película.
Es un retazo de una visión grupal de la vida, la muestra de una necesidad que contar y hacerlo de una forma paródica pero que para el que sabe leer entre líneas es la crítica oculta perfecta a la sociedad del momento, por cierto y como comentamos en entradas anteriores, perfectamente extrapolable a la actual.
Claro que es una producción cultural solo por el mero hecho de a la cantidad de gente que llegó y los cientos y cientos de críticas que recibió. Estuvo prohibida en más de veinte países y en el propio Estados Unidos colectivos religiosos llegaron a salir a la calle en señal de protesta por tal sátira cómica cercana a la "metareligión".
"Generosas dosis del más refinado y malévolo humor británico, gamberrismo inteligente, sana irreverencia, ironía salvaje y corrosión generalizada. Es, además, una obra maestra." Eso decía en las páginas de El País Antonio Albert en 1980 cuando llegó la película a España, por cierto la más taquillera de ese año.
Y es que si hablábamos antes de la posibilidad de que se trate de una sátira cómica, es que ni los propios críticos de cine pueden definir de qué género se trata. Desde una comedia a una sátira, o desde una parodia hasta una comedia absurda. También hubo quien lo catalogó como una comedia negra o incluso una película de culto, el último se lució.
Sin entrar en el contenido, y desde el más punto de vista objetivo sólo la repercusión nos habla de que estamos ante una producción cultural que generó controversia, y en la mayoría de los casos, cuando se genera controversia a través de la cultura, estamos hablando de arte. ¿Es arte La vida de Brian?
Esa pregunta trataremos de desvelar y de discernir en este espacio dedicado a las palabras del séptimo vicio.
A modo de recomendación dejo el enlace que el equipo del programa Entre horas... Magazine hizo al profesor Doctor en Ciencias de la Información, Ciencias de la Imagen, Manuel Ángel Canga Sosa, en al que hablaba del cine actual como mero subproducto cultural al servicio de la sociedad.
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