Carmen y Lola nos ha parecido una película triste a la par que bonita, que cuenta con un amor prohibido con delicadeza, y además refleja a la perfección las costumbres y tradiciones de la etnia gitana, así como el papel de la mujer en su comunidad.
Sus protagonistas son dos mujeres que pertenecen a la etnia gitana, más bien adolescentes, una de ellas es Carmen, que vive junto su familia en las afueras de Madrid, y su vida se define como una repetición de generación tras generación de lo que viene siendo la vida gitana con sus tradiciones y costumbres, casarse con una edad temprana para poder tener niños a los que cuidar lo antes posible. No obstante, conoció a Lola y todos sus planes tuvieron un giro radical, era una chica diferente al resto. Ambas jóvenes, a lo largo de la película van desarrollando una complicidad hasta que inevitablemente se enamoran, lo que produce un sentimiento de desprecio y deshonra por parte de su familia y del resto de la etnia.
Aunque a día de hoy se hayan conseguido grandes avances en la lucha del feminismo, la igualdad entre hombres y mujeres, cabe mencionar que, por desgracia en esta etnia, la gitana, todavía hay muchas cosas por corregir y reeducar, nos atrevemos a decir que la mujer gitana tiene un nivel de exclusión todavía más alto que el de una mujer paya. Como el machismo que se aplica a la hora de educar a un niño y a una niña, las prioridades que conlleva al hombre sobre la mujer, esta película enfoca muy bien la inexistencia de una igualdad entre sexos, una igualdad que no se sabe cuándo llegará para esta etnia.
Nos hacemos la pregunta de cuándo llegará para esta etnia las necesidades primordiales de manera práctica y estratégica que deben ser atendidas, nos referimos al tipo de trabajo que realizan, a las necesidades que perciben para ellas y su familia (educación, salud, alimentación, vivienda,…) Están claramente en una posición a nivel social y económico muy por debajo en relación con los hombres, que se puede medir en las oportunidades de participación en el entorno social, en la vulnerabilidad de la pobreza y a la violencia.
Arantxa Etxevarría ha sido galardonada con el Goya a la mejor dirección novel por “Carmen y Lola”. Tras recoger el premio, Etxevarría se lo ha dedicado “a los que no ven necesario que haya una ley de violencia de género”.
Etxevarría, lanzó este proyecto al fijarse en la primera boda gitana entre mujeres en España, este acontecimiento ocurrió en la localidad de Granada en el año 2009. Un amor que no entiende de miedos.
Dejamos el enlace de la noticia redactada por el periódico Ideal de Granada.
Además, os dejamos una entrevista realizada a las dos protagonistas en el Canal Extremadura, que nos cuentan experiencias propias, reconocimiento nacional e internacional por esta historia, y con una crítica entre líneas refiriéndose al mundo y a la sociedad qué aunque se centre en la etnia gitana, vivimos igualmente en un mundo patriarcal, homófobo, machista, y racista, no solo desde el mundo gitano, sino que también desde el mundo payo.
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